Hoy sale a la luz un nuevo estudio, quizás muy relacionado con el que posteó muy recientemente mi compañera Cloe.
Según concluye el estadounidense Jean Decety, autor del trabajo que publica la revista Neuropsychologia, la empatía es algo que se encuentra de forma natural en los niños y no un producto de la educación de los padres. Así, Cuando un niño ve cómo otra persona sufre un daño físico, su cerebro reacciona rápidamente de forma empática y con mucha más intensidad que un adulto.
En sus experimentos, Decety y sus compañeros de la Universidad de Chicago mostraron a 17 niños de entre siete y doce años fotos de personas que experimentaban dolor, ya fuera por motivos accidentales o porque alguien se lo había provocado de forma intencionada. Analizando sus cerebros con ayuda de la resonancia magnética funcional observaron que las regionas activadas eran las mismas que en los adultos, es decir, las implicadas en el procesamiento del dolor directo, como la ínsula o la corteza somatosensorial. Sin embargo, la respuesta era mucho más intensa.
Por otra parte, cuando los niños veían imágenes de alguien que resultaba lesionado de forma intencionada, las regiones del cerebro que participan en la interacción social y el razonamiento moral también se activaban. "Trece de los niños pensaron que las situaciones eran injustas y nos preguntaron qué razón podría explicar esta conducta", ha asegurado Decety.
Y es que estos pequeñuelos jamás dejarán de sorprendernos. Aunque ante noticias de este tipo también nos sea imposible no preguntarnos que sucederá con algunas de esas cualidades tan magnificas propias de la infancia ¿Se desvanecen a medida que nos hacemos mayores? ¿Desaparecen por la propia influencia del entorno? Y lo más importante ¿Es el ser humano malo por naturaleza o nos hacemos así con el tiempo?
El debate está servido.
Según concluye el estadounidense Jean Decety, autor del trabajo que publica la revista Neuropsychologia, la empatía es algo que se encuentra de forma natural en los niños y no un producto de la educación de los padres. Así, Cuando un niño ve cómo otra persona sufre un daño físico, su cerebro reacciona rápidamente de forma empática y con mucha más intensidad que un adulto.
En sus experimentos, Decety y sus compañeros de la Universidad de Chicago mostraron a 17 niños de entre siete y doce años fotos de personas que experimentaban dolor, ya fuera por motivos accidentales o porque alguien se lo había provocado de forma intencionada. Analizando sus cerebros con ayuda de la resonancia magnética funcional observaron que las regionas activadas eran las mismas que en los adultos, es decir, las implicadas en el procesamiento del dolor directo, como la ínsula o la corteza somatosensorial. Sin embargo, la respuesta era mucho más intensa.
Por otra parte, cuando los niños veían imágenes de alguien que resultaba lesionado de forma intencionada, las regiones del cerebro que participan en la interacción social y el razonamiento moral también se activaban. "Trece de los niños pensaron que las situaciones eran injustas y nos preguntaron qué razón podría explicar esta conducta", ha asegurado Decety.
Vía Muy Interesante.
Y es que estos pequeñuelos jamás dejarán de sorprendernos. Aunque ante noticias de este tipo también nos sea imposible no preguntarnos que sucederá con algunas de esas cualidades tan magnificas propias de la infancia ¿Se desvanecen a medida que nos hacemos mayores? ¿Desaparecen por la propia influencia del entorno? Y lo más importante ¿Es el ser humano malo por naturaleza o nos hacemos así con el tiempo?
El debate está servido.
3 comentarios:
Yo creo que todo cambia a medida que crecemos, y nuestro comportamiento depende de las cosas que vivimos y como las vivimos, y por supuesto de niños siempre creo que tratamos de imitar a la persona que tenemos "en frente " o de ejemplo... aunque toda las personas sabemos distinguir entre lo bueno y lo malo no?
Yo pienso que nuestra actitud frente a todo es una elección que tomamos en la vida, que puede estar influenciada o no por nuestras vivencias.
No soy muy buena en el debate jaja! Es super interesante este tema!
Te dejo un abrazo!!!
si, es cierto, los niños son más empáticos, más tolerantes... son más en mucho en relación a nosotros...
y debe ser porque están menos maleados por el entorno, las experiencias, el medio en general...
muy lindo blog!!
trabajo con niños... y estamos en un proyecto que en cuanto este listo, te avisare...
cariños
(me encantó tu nick, Perséfone, es muy femenino)
Aprendo cada palabra que escribes...muchas gracias!! te añado a mi lista de blogs vale?
PD: perdona mi énfasis pero esq de verdad que me interesa muxo todo ésto...
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