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Un recién nacido de récord

El pasado miércoles una mujer de 41 años traía al mundo (por cesárea, eso sí) en el hospital de Medan, al noreste de la isla de Sumatra (Indonesia) a un "pequeñuelo" de nada más y nada menos que 8,7 kilos (un peso correspondiente a un bebé de un año) y 62 centímetros de estatura.

Es curioso comparar al bebé con otros recién nacidos de envergadura media.

Foto: REUTERS | Vista en El Mundo.

Cabe señalar que el bebé vino completamente sano, a pesar de que al nacer tuvo problemas para respirar y se le tuvo que administrar oxígeno. La mamá también se encuentra en perfecto estado, aunque los médicos aseguran que la diabetes que padece desde hace años ha podido tener algo que ver con el tamaño de su hijo.


Video: ATLAS | Visto en Público TV.

No es de extrañar que con ese tamaño el "pequeñín" haya estableciendo un nuevo récord nacional en cuanto al niño recién nacido más pesado, aunque a nivel mundial el puesto número uno le sigue perteneciendo a un bebé canadiense que nació en 1879 con 10,8 kilos que, desgraciadamente, murió 11 horas después.

Casi da miedo quedarse embarazada viendo estos datos...


Los niños nacidos en invierno tienen más esperanza de vida

Después de este parón ocasionado por las vacaciones y otro tipo de obligaciones y con la férrea intención de actualizar de manera periódica, volvemos a los mandos del blog con un peculiar estudio desarrollado por Guillermo López Lluch, miembro asociado del Link-age, grupo de investigadores europeos centrados en el estudio del envejecimiento, que asegura que el frío es un factor ambiental que "mejora la longevidad" y que, por tanto, los niños nacidos en invierno tienen más esperanza de vida.


El experto basa su intervención en la 'teoría de la fiabilidad', que sostiene que el envejecimiento es una "acumulación de daños a lo largo de la vida que hacen que el organismo vaya incrementando el riesgo de fallos, dificultando así el desarrollo de la actividad biológica hasta que se llega a la etapa de la catástrofe, que es la muerte".

Teniendo en cuenta que, según la exposición de López Lluch, el ser humano "comienza a acumular daños desde que nace", se están planteando estudios que establecen una relación directa entre cómo afectan los primeros años de vida al desarrollo de enfermedades durante la edad adulta y al propio envejecimiento en sí.

Está claro que hay multitud de causas que inciden en el envejecimiento (en concreto las mutaciones somáticas, el desgaste, la acumulación catastrófica de errores, la programación genética, la pérdida o inactivación del ADN nuclear o mitocondrial o las alteraciones en la diferenciación celular), pero lo cierto es que la especificada en primer lugar es en principio, además de la más curiosa, la más fácil de asegurarse.