El embarazo es uno de los temas que más preocupa a científicos e investigadores, por eso no es de extrañar que continuamente veamos en los medios los resultados de los muchos estudios que se llevan a cabo sobre esta semana.
Sin ir más lejos, esta semana podíamos leer dos de ellos en la prensa española, ambos relacionados con dos de las sustancias que a priori pueden resultarnos más dañinas para el bebé: la cafeína y el alcohol.
El primero de ellos, ofrecido por el diario Público, explicaba cómo el consumo excesivo de cafeína puede influir negativamente en el peso de las criaturas al nacer, lo que podría aumentar las probabilidades de sufrir de adultos enfermedades coronarias o diabetes.
Para llegar a tal conclusión las universidades inglesas de Leicester y Leeds realizaron un estudio entre 2.500 embarazadas, demostrando que aquellas que las que consumen más de 200 miligramos diarios de cafeína tienen más probabilidades de dar a luz a bebés de menor peso.
De esta manera se rebaja de de 300 a 200 gramos el límite de consumo diario de cafeína recomendado a las embarazadas, lo que equivale a dos tazas de café, cuatro tazas de té, cinco latas de Coca-cola o cinco pastillas de chocolate al día como máximo.
Por otro lado, el diario BBC Mundo afirmaba que un estudio realizado en Inglaterra entre 12.500 niños de tres años encontró que estos infantes, de madres que bebieron de forma liviana durante la gestación –no más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana (unos 8 gr. de alcohol)-, tuvieron un riesgo menor de sufrir problemas de comportamiento.
No obstante en este caso las opiniones de los expertos están totalmente divididas ya que algunos piensan que lo que la investigación consigue es tranquilizar o calmar a las mujeres para darles una falsa sensación de seguridad. Así pues, pese a los resultados del estudio, el consejo de las autoridades británicas dirigido a las mujeres embarazadas o a aquellas que intentan concebir, es de evitar a toda costa ingerir alcohol.
Desde aquí queríamos aprovechar la ocasión para preguntarle su opinión a nuestros lectores, muy especialmente a aquellas mujeres que han pasado por uno o varios embarazos:
¿Consideráis necesarios este tipo de estudios? ¿Sus resultados os parecen fiables? ¿Soléis hacer caso a estas recomendaciones?
5 comentarios:
En su primer embarazo, mi mujer no probó ni una gota de cafeína, es decir, ni café ni bebidas de cola.... Si embarazo fue prefecto y al nacer mi hija, ésta durmió perfectamente desde su primer día de vida, de once de la noche, 23:00, a doce de la mañana, 12:00.
Con su segundo embarazo se repitió la misma situación y los resultados fueron los mismos.
Ambos pesaron sobre los 4 kg y pico.
En el caso de mis hermanas ambas tomaron café y bebidas de cola durante los embarazos. En el caso de una de ellas, no supo lo que era dormir durante los dos primeros años de vida; en el caso de mi otra hermana su hijo fue sumamente puntual con sus tomas.... cada 2 horas y media durante los 5 primeros meses, luego empezó a dormir más.... cada 4 - 5 horas. Después de un año ya le duerme toda la noche.
¿Casualidad?
Ala, como si no fuera suficiente con una u otra cosa, ahora toca descartar el carajillo :D
Claro que son necesarios estudios así pero no los voy a poder seguir: si puedo vivir sin alcohol y hasta sin chocolate, no me quiten el té, por favor. :)
Bajo mi punto de vista, no creo que se pueda afirmar que los problemas de comportamiento en los "infantes" estén condicionados a favor del pequeño consumo de alcohol, ya que afectan muchos otros factores como el entorno.
Gracias a los estudios se pueden llegar a saber muchas cosas relacionadas con el tema base que se trate.
Luego el café... el café lo siento por el adicto a él es como una droga te hace andar a cien y por ese motivo es consumido cantidad de veces y por más cosas y si fuese uno pero hay gente que por la mañana a medio día tarde y noche.
Y el alcohol más de lo mismo.
Vamos haber si tengo que tomar por obligación café, tomo descafeinado si no no duermo y un chupito de una buena bebida detrás de la comida también, pero no es habitual en mi, ni saludable.
Imaginate en una embarazada y el bebe sin poder quejarse.
Besos y hasta pronto.
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