Un nuevo estudio publicado este mes en la revista British Journal of Psychiatry ha llegado a la conclusión de que los niños que comen dulces y chocolate a diario tienen más posibilidades de convertirse en adultos violentos.
Tras analizar los datos de 17.500 participantes, científicos de la Universidad de Cardiff hallaron que el 69% de los sujetos que mostraban comportamientos violentos a los 34 años, habían tenido de pequeños el hábito de comer caramelos y chocolatinas prácticamente todos los días.
El doctor Simon Moore, principal autor del trabajo, sugiere que darles a los pequeños dulces todos los días no les enseña a esperar para obtener algo que quieren. Y es que no ser capaces de apreciar y agradecer cuando se les da algo puede favorecer un comportamiento impulsivo, algo que está fuertemente asociado a la delincuencia.
Aunque en un principio el estudio pueda parecer sesgado e incluso absurdo, creo que es interesante puesto que se trata del primero en examinar los efectos a largo plazo que tiene la dieta durante la infancia sobre la violencia en el transcurso de la vida.
Tras analizar los datos de 17.500 participantes, científicos de la Universidad de Cardiff hallaron que el 69% de los sujetos que mostraban comportamientos violentos a los 34 años, habían tenido de pequeños el hábito de comer caramelos y chocolatinas prácticamente todos los días.
El doctor Simon Moore, principal autor del trabajo, sugiere que darles a los pequeños dulces todos los días no les enseña a esperar para obtener algo que quieren. Y es que no ser capaces de apreciar y agradecer cuando se les da algo puede favorecer un comportamiento impulsivo, algo que está fuertemente asociado a la delincuencia.
Aunque en un principio el estudio pueda parecer sesgado e incluso absurdo, creo que es interesante puesto que se trata del primero en examinar los efectos a largo plazo que tiene la dieta durante la infancia sobre la violencia en el transcurso de la vida.
Visto en MUY Interesante.es
Foto: Google imágenes.
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3 comentarios:
Y tanto que es importante. Un abrazo.
A mí me parece el típico caso de correlación espúrea. La ingesta de golosinas no es más que un reflejo de otras características de la crianza de los niños que no se tratan en el estudio. Demasiado fácil, por tanto, de malinterpretar....
¡no me lo creo y como no borres esta entrada te voy a...! (niño anteriormente conocido como el goloso devorador de chocolatinas XDXD)
Afortunadamente lo mío y las golosinas siempre fue algo basntate limitado y no puedo decir que si he desarrollado algo de comportamiento violento sea por eso.
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