El pasado 30 de noviembre, la popular ONG llamada Save the Children hizo entrega de los premios Amigos de los Niños, una novedosa iniciativa con la que la organización pretendía reconocer el trabajo realizado por destacadas personalidades del mundo de la cultura para conseguir un mundo mejor en el que todos los niños y niñas tengan esperanza e igualdad de oportunidades con y así aprovechar para lanzar al mundo un claro mensaje: los niños nos necesitan a todos.
Fotografía de los galardonados: Julia Ormond, Annie Lennox, Claudia Cardinale, Eduardo Galeano y Bárbara Hendricks.
Fotografía de los galardonados: Julia Ormond, Annie Lennox, Claudia Cardinale, Eduardo Galeano y Bárbara Hendricks.Entre los asistentes había multitud de rostros conocidos, aunque sin duda destacaría a la periodista española Concha García Campoy gracias a una serie de declaraciones que, en mi opinión, resultaron bastante certeras y, sobre todo, honestas:
En este caso lo que nos gustaría saber es vuestra opinión acerca de este tipo de actos y, muy especialmente, sobre la actuación de ciertos personajes famosos:
¿Consideráis importante o necesario que ellos se involucren en estas iniciativas u os parece todo un acto de hipocresía por su parte? ¿Creéis que su presencia es efectiva a la hora de crear conciencia al resto de la sociedad sobre determinados temas ? ¿Valen menos los gestos que se hacen de manera pública que los que se hacen de forma totalmente anónima?
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2 comentarios:
Siempre es bien recibida la ayuda y no me gustaria generalizar diciendo que todos los 'famosos' se prestan a un juego al participar en reconocimientos como estos. Importante o necesario? no creo, pero ay que recordar que su pesencia puede estimular la participacion de otros.
y eso si, no pondria por nada dl mundo estos 'gestos publicos' antes que los 'anonimos' pues son los que realmente le dan vida a nuestros movimientos.
Un abrazo.
Estimada señorita:
Es mi humilde deseo invitarla a las sucesivas entradas que iré dosificando a lo largo de las próximas semanas en torno a una obra que según parece también es de su agrado: El principito.
No sólo se tratará de un mero “refrito”, si no que juntos intentaremos profundizar en el significado esencial de esta novelita falsamente calificada en ciertos ámbitos académicos de “infantil”.
Espero que le guste el enfoque que adoptará esta especie de ensayo, si me permite llamarlo así.
Un saludo de éste quien le escribe desde las canarias.
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